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Armando Manzanero: Nunca en el mundo

necrológica sobre un gran compositor mexicano

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Armando Manzanero: Nunca en el mundo
28 dic., 2020
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por Vicente Sorianotlachi

Una de las cosas más complicadas que me ha pasado en esta vida es abarcar en una sola mano, toda la escala musical, es decir, de Do a Do. En realidad, lo más complicado en la música no solo se trata de aprender a leer las notas, sino hacer que una mano tenga el ritmo y la otra, la melodía, y eso solo se logra con largas horas de entrenamiento y de superación a la frustración. Cuando miré por vez primera al maestro Armando Manzanero en ese concierto con Luis Miguel por allá de 1994, me di cuenta de una verdad inexorable: no hay nada imposible dentro del arte. Dicho de otra manera, cómo ese hombre chaparro podía tocar el piano con esa armonía tan inusual y poética, ¡cómo! No solo era el entrenamiento, era pasión por aquello que él hacía con soltura.

Aquella vez, Armando Manzanero dejó de ser para mi ese cantante de voz simplona, incluso en uno de esos cómicos de soporte de un película tan patética como las que suele producir la cinematografía mexicana de manera tan constante como Cándido de día, Pérez de noche, para revelárseme como el gran compositor y hasta productor, pero esta vez detrás de una canción que elevaría a Luis Miguel como un gran cantante de bolero a nivel internacional: No sé tú, canción que no es otra cosa sino una querella hacia aquella mujer que un hombre enamorado extraña: “yo te busco en cada amanecer, mis deseos no los puedo contener”, sobre todo en aquellas noches de insomnio, “me haces falta”, ¡carajo!, “mucha falta, no sé tú”.  

Sin embargo, este 28 de diciembre, a las 3 de la mañana, Armando Manzanero, hombre de 86 años de edad, moría de insuficiencia respiratoria, derivada por el covid, en un hospital de la Ciudad de México. La noticia sorprendería a todo mundo, dado que el día de ayer a través de esos mensajes breves de Unotv, se nos indicaba que el maestro ya respiraba con normalidad. Incluso, el presidente de la república externaría las respectivas condolencias en su consabida Mañanera. Días atrás, Armando Manzanero había inaugurado en su natal Mérida un Museo en su honor. Pero empezó a sentirse mal. Y tuvo que salir hacia la Ciudad de México, donde sería entubado. Por supuesto, mostraría cierta mejoría. Pero, como hoy sabemos, esa mejoría solo fue una broma siniestra que el covid cobró caro.

No dudo que durante el transcurso de este lunes 28 de diciembre aparezcan Necrológicas donde se nos cuente su trayectoria artística. Por mi parte, no quiero hacer eso. Me interesa reconocer al compositor, al hombre que sin querer ha alimentado mi imaginación y ha hecho que algunas de las escenas de mis cuentos tengan algo de su influjo. Sin duda alguna, él es el hombre detrás de la canción más famosa de Angélica María, Eddie, Eddie. Y que su canción más versionada (un total de mil) sea: Somos novios, canción que cantaría hasta el racista y antimexicanista, Elvis Presley como It's imposible.  Además, que fue Carlos Lico (allá 1966, cuando el rock and roll estaba en su gran apogeo) quien lo hizo famoso al interpretar esa canción que eleva al olvido como un asunto clave de la dignidad humana: No, porque ya no extraño como antes tu ausencia. Porque ya disfruto aun sin tu presencia. Ya no queda esencia, del amor de ayer. No, no; por supuesto, quién mejor la interpreta esta canción es Alejandro Fernández. Sin olvidar,  esa versión fresca y movidona de Adoro, con el grupo Bronco.

Mientras termino de escribir esta nota, me doy cuenta que: “Esta tarde vi llover, vi gente correr, y no estabas tú”. Así es, porque ya no habrá más duetos con Lissett, o con Tania Libertad o Susana Zavaleta (que hicieron una gran gira internacional).

Ya solo queda recordar a ese hombre que nos enseñó: que la semana tiene más siete días. Aquel hombre que no se quedó quieto y que, por debajo de la mesa, podía acariciar la rodilla del ser amado. Aquel hombre que le dijo de forma sutil y elegante a la mujer indiferente y fría lo siguiente: Cómo yo te amé. No creo que algún día me lo quieras entender. Tendrías que enamorarte como lo hice yo de ti. Para así saber cuánto yo te amé. Para mí, sin lugar a dudas su mejor canción. Y cantada por Luis Miguel, tantito mejor.

 

 

 

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