...

De cómo perder una candidatura municipal

el largo y tortuoso camino para ser considerado como candidato a alcalde

...
De cómo perder una candidatura municipal
18 abr., 2021
Compartir:

por Vicente Tlachi

Llegué a la casa este sábado 17 de abril cerca de las seis de la tarde después de haber ido a Plaza San Diego a comprar ropa. Sería recibido con una noticia un tanto extraña. Mi madre me haría saber que Juan Tello Cuautle buscaba mi apoyo moral, así como de mis letras para hablar bien y convencer al votante de que el PRI es la mejor opción para San Andrés Cholula. Me sentí halagado por no decir, abrumado. Por lo menos uno de los candidatos quiere saber qué tan útil sería un filósofo en su campaña.

Rápidamente revisé el Facebook para saber si era cierto eso de su candidatura. El periodista Gabriel Lara escribió la tarde noche del 15 de abril lo siguiente: “Último momento: Los Priistas Sanandreseños le dan su voto de confianza a Juan Tello Cuautle, quién los abanderará en esta contienda electoral”. Tal designación dejaba a un lado al contador Isauro Coatl, cuando este mismo periodista había escrito el 13 de abril con cierto dejo de premonición, por no decir de ave de mal agüero lo siguiente: “Isauro Coatl es quién abanderará al PRI Sanandreseño como Candidato a la Presidencia Municipal. ¿Qué paso con los Tello?

A los Tello que se refería eran a Gustavo, Cristina y Leticia Tello. Gustavo, empresario gasero, buscó ser alcalde de San Andrés dos veces, primero por el PRI, luego por Movimiento ciudadano; en su primer contienda casi quedó en la ruina monetaria; Cristina, como es bien sabido, es diputada local, sin siquiera lograr un posicionamiento que la ubique como política de abolengo en las redes sociales tan quisiera; en torno a Leticia, también ha buscado ser candidata a alcalde por el Pri, pero sin ton ni ton a pesar de su videos. Sin embargo, que se haya descartado a Isauro Coatl en la recta final llama mucho mi atención, porque parece ser cierto que las designaciones se dan en los comités estatales y no en los municipales.

Vuelvo al Facebook de Gabriel Lara y me concentro en uno de los comentarios hacia la persona de Isauro Coatl: “Los vecinos de San Andrés nos conocemos y nadie apoyara a un testigo de Jehová porque somos católicos”. ¿A qué San Andrés se refiere? ¿A los que atiborran el atrio en la misa dominical de las siete de la mañana que no se siente el frio de la mañana gracias al calorcito de todos, a los que llegan corriendo a la bendición de la misa porque no quieren verse ridículos llegando a la fiesta como meros gorreros, a los que ni siquiera van a la misa pero se presentan a la pachanga del mayordomo y se sienten súperofendidos si no les dan su botella, a los que nomás dan largas con la cooperación de la lista de mayordomos y al final terminan dando una cuarta parte? En lo personal, no me conoce ese señor que lanzó tal comentario, así que no puede hablar por mí, como tampoco por los cientos de vecinos que no están en los listados y no tienen tiempo para ir a misa, y que entienden la diferencia entre dar al César las cosas del César y a Dios las cosas de Dios; el comentario de ese señor solo es rencor e ignorancia. 

Cierto, Isauro Coatl era testigo de Jehová. Y digo que era porque dicha religión no se mezcla con la política, como sucede con los curas que en las misas te dicen por quién votar, o hasta ves a los presidentes recibiendo crucifijos y bendiciones (como sucedió con Vicente Fox, contradiciendo la separación entre la Iglesia y el Estado). Aquel miembro que decide buscar un puesto de elección popular debe renunciar por escrito a esta religión, y cuando la renuncia se hace evidente, dicha persona se le expulsa. Se torna una persona no grata, al grado que no puede recibir un saludo en la calle, ni siquiera una mirada afectuosa por parte de alguno de sus hermanos de creencia y si muere, no puede merecer un discurso funerario como si fuera miembro.  

Yo dejé de ser Testigo de Jehová en agosto del 2014. A veces quisiera regresar. Otra veces, comprendo que es mejor andar libre de ataduras religiosas, que solo con creer en Dios basta.  La caída de la candidatura de Isauro Coatl me hace ver cuán difícil sería una supuesta mi nominación para mi a un puesto de elección popular. No faltará aquel hombre o mujer que diga, es Testigo de Jehová, cuando está claro que no lo soy, que yo sí le he entrado a la coperacha para los cohetes y hasta para las flores, que cuando me nace del corazón entro a atrio y si en esos momentos hay una misa, así sea de acción de gracias, entierro, bautismo o por las ánimas, la escucho con atención; además, he sido padrino en dos bodas católicas, y he asistido a fiestas donde han estado presentes las imágenes del Santo Niño de Macuila o la Virgen de Santa María Cuaco. Pero no va a faltar aquel hombre o mujer que señale que si llego a ser presidente destruiré el templo de San Andrés, ¡carajo!, ¡qué tontería!, ni que tuviera un tanque de guerra o fuera un superhéroe que con los rayos que desprenden sus ojos, destruye su entorno en un arranque de celos; además es un edificio con protección federal y una joya arquitectónica (sobre todo la parte del sagrario por sus pinturas y el estilo barroco de su retablo). Además, como no estoy casado, no va a faltar aquella voz vecinal que me tache de puto o maricón, y como me gustan los gatos y mi ropa tiene unos cuantos pelos, me inventen cosas extrañas e inverosímiles.

Sería más fácil convertirme en Cronista del Municipio que en alcalde (llenando ese gran vacío que dejó el licenciado Alfredo Torres Cuautle, muerto hace un par de meses), incluso hasta en escritor de alcance nacional y porque no, internacional (porque son muy pocos los que conocen los textos que han salido publicados en revistas y en antologías). Incluso,  sería más fácil que pasase por el atrio de la iglesia que por el comité de designación (nomás se presente la mujer que ame a Dios sobre todas las cosas, quiera tener un par de mocosos, le gusten los gatos y los libros), además hay curitas que te casan sin que tengas la primera comunión, nomás das una buena lana a favor de las ánimas y santo remedio.

 

 

 


Síguenos en nuestras redes sociales