Dr. Román Sánchez
-Jugamos mucho, mamá fue formidable, mis primos, mis amigos, los amigos de mis amigos todos de momento éramos un solo grupo, fue una gran tarde- dijo Juan Pablo y se fue a bañar.
-Hoy como nunca, llegaron todos los de la oficina, la charla fue amena, las horas parecieron minutos, al paso de los años nos comenzamos a estimar, Isidro y Silvino, de pronto discutieron, pero al final hasta compadres van a ser por su nuevo hijo, eso sí me sorprendió- dijo Juan Pablo, al momento que se servía una copa de vino.
El sol, fue ese día más brillante, era fenomenal, sin duda que la vida es hermosa cuando la gente sonríe.
Eran las 14:00 horas, cuando se anunció aislamiento en general, toque de queda, el país asumía su postura de guerra, para poder enfrentar los problemas venideros.
Todos, consultaron redes sociales, diarios virtuales, los noticieros de una televisión abierta que cada día agoniza más, no lo podían creer, algunos se abrazaron, y recordaron la mañana que salieron a trabajar y de pronto el país se había dividido en dos repúblicas, donde las familias fueron divididas de un momento a otro y esa brecha jamás se volvería a unir.
Los parques fueron cerrados, todo centro comercial, por 60 días nadie salió, toda comunicación se volvió virtual, la soledad quemaba a los enamorados, la ventana era la pantalla mas socorrida, todos se preguntaban:
- ¿En que nos equivocamos? -
-Mis hijos no lo merecen- era la respuesta pronta.
La vida no fue la misma, todos se miraban con desconfianza, todos estaban muy lejanos, la camaradería ya no era la misma el trauma social había llegado, todos hablaron del derrumbe económico, pero no analizaron la psicología del ser.
No se habían analizado, las nuevas estructuras sociales, menos aún el perfeccionamiento de un neoliberalismo hacia dentro que marcó un nuevo régimen, los mercados se limpiaron, un nuevo orden laboral comenzaba a ser totalitario olvidándose de las garantías más elementales como el descanso.
Un nuevo odio floreció, los no infectados, que sólo separó más a los humanos y de eso ya nadie debatió.
Estrategia del pensamiento: Deber analizar qué ciudadanos necesitamos, no debe ser un ciudadano improvisado salido de la dominación interna.