Israel en posición vulnerable

Todo parece indicar que el sueño de alcanzar un consenso generalizado en el concierto de las naciones que permita un grado de estabilidad en diferentes regiones del mundo está mucho muy lejos de consumarse.
Existen muchos polvorines esparcidos por doquier y basta una chispa para detonar reacciones violentas que desencadenan conflictos locales, de hecho, de continuar esta tendencia pronto nos acostumbraremos a estas eventualidades, es decir, normalizaremos el surgimiento de nuevos conflictos o de escaladas en los que ya existen.
Lo que sucede en Medio Oriente es el mejor ejemplo de lo anterior.
Lo que empezó como un ataque de Israel a Gaza con el propósito de expulsar a los pobladores de esa zona y adueñarse en definitiva de esas tierras ha traído consigo la ampliación del conflicto con otros actores.
Precisamente en el artículo anterior señalábamos como los hutíes –grupo de mercenarios fuertemente armados- encontraron en la ofensiva de Israel las motivaciones necesarias para lanzar ataques en contra de embarcaciones en el Mar Rojo logrando trastocar la seguridad de vías marítimas comerciales.
Ante tal irreverencia tanto Estados Unidos como Inglaterra han atacado posiciones hutíes en Yemen con el propósito de poner cierto orden.
A pesar de que estas dos superpotencias han mostrado cierto grado de respaldo en las pretensiones de Netanyahu el conflicto continúa extendiéndose de poco en poco a otros vecinos.
Ahora las llamas del incendio que se vive en Medio Oriente han alcanzado a una potencia regional; Irán.
Aunque en realidad, esta situación ya se veía venir. 
De hecho, la mayoría de los analistas de la geopolítica en el mundo consideraban inevitable la confrontación entre estos dos actores regionales dada su rivalidad histórica y el momento por fin ha llegado.
Lo que no queda claro, sin embargo, es el grado en que las hostilidades pueden llegar a alcanzar, porque hasta el momento los ataques en ambos lados parecen haber sido planeados para causar daños controlados.
Por eso es fundamental retroceder en el tiempo y analizar lo sucedido. 
Recordemos que hace dos semanas Israel llevó a cabo un ataque a un consulado de Irán ubicado en Siria utilizando misiles y dejando al menos 11 personas que en teoría pertenecían a las Guardias de la Revolución Islámica.  
Entre los fallecidos se encontraba el general Reza Zahedi reconocido por ser uno de los brazos de operaciones en el extranjero de las Guardias Revolucionarias y presunto vínculo entre Hezbolla e Israel.
Cabe destacar que en el ataque realizado por Israel se activó la defensa aérea de Siria y de acuerdo a fuentes oficiales su sistema de defensa logró interceptar diferentes misiles en el aire, aunque no fuera suficiente para evitar la destrucción del consulado.
Posterior al ataque en una entrevista el guía de la revolución iraní adelantó que: “haremos que los sionistas se arrepientan del crimen que cometieron…ya ninguna embajada de Israel es segura”.
La amenaza del Ayatola fue acompañada de posturas muy claras por parte de diferentes medios occidentales que especularon con una reacción inminente de Irán utilizando misiles aéreos y drones.
Las reacciones de los países vecinos –Arabia Saudita, Qatar e Irak- fueron en sentido contrario llamando a los iraníes a no responder al ataque en la embajada por el riesgo de llevar el conflicto a un punto más alto.
Finalmente, sucedió lo que tenía que suceder.
La respuesta de Irán se llevó a cabo a través de un ataque de gran cantidad -300 drones y misiles- pero de baja intensidad los cuales en su mayoría fueron interceptados por el domo de hierro.
¡Ojo! Fueron interceptados la mayoría, pero no todos.  
Hubo misiles que fueron capaces de impactar en tierra israelí lo cual ha liquidado la noción de que su sistema defensivo aéreo era invulnerable, lo que nos deja ahora la estampa de un país que puede ser flanco de ataques de mayor intensidad en un futuro cercano.
La preocupación no es menor, es por eso que el principal rival político de Netanyahu –Yair Lapid- ha criticado severamente las acciones militares que se llevan a cabo en Gaza al tiempo en que acepta que Israel ha perdido para siempre la capacidad de disuasión con los países vecinos.
Finalmente, ante la catástrofe que el gobierno de Netanyahu está provocando en Medio Oriente su rival político Yair Lapid sentenció en una rueda de prensa: “si no movemos a este gobierno, nos traerá destrucción” ...un poco tarde no creen.