La Ciencia Vana: Escribe Román Sánchez Zamora

ESTRATEGIA APLICADA

ROMÁN SÁNCHEZ ZAMORA

LA CIENCIA VANA

Tania, cerró su celular… nada nuevo, nadie nuevo… sólo hace calor... frio… lluvia y el encierro se hace eterno… todo ha cambiado; lo más simple, ahora es complejo, desde lavarse las manos, cambiarse de ropa cuando va  a la tienda…

En la época nazi de Alemania, se determinó las actividades prioritarias, como si fueran humanos de primera, los necesarios y los encaminados al holocausto.

Excluida en su rincón, todos están en su mundo pensado que eran felices y ahora el mundo los había metido en un engaño, hasta que llega la llamada del familiar en el hospital, todos tiemblan y se van a lavar las manos, Tania, toma un poco de jabón y alcohol y se dispone a limpiar.

Ya nada es igual, todos son sospechosos de la soledad.

Se pregunta si es bueno seguir en la escuela, se pregunta si es bueno seguir la charla virtual con quienes se hacen al paso de los días los desconocidos, vive con la promesa de volverse a ver y reír más fuerte y extrañarse menos… pero al fin es parte de la soledad, parte de lo que este viento se ha llevado.

Se piensa más allá de Benedetti, más allá de un eco evocado de Aute, más allá de Foucault, el eco de Kenny G y quizá de algún sonidero perdido en el remolino del pasado, todo era mejor que el encierro.

-He contado cada uno de los mosaicos del baño, las escaleras, en el hueco de la entrada vive un grillo, veo que mi mundo no era grande, al contrario, era tan pequeño como lo efímero- le dijo a su papá y se retiró a dormir.

El consejo de especialistas, desde hace meses en el tercer mundo fue de médicos, que no supieron de los impactos económicos, se sintieron los elegidos y por fin escuchados y al final no supieron cómo responder en materia legal, ni administrativa y con yerros, todos caminaron… los centros de conocimiento fueron excluidos como no prioritarios cuando lo prioritario era volver sin un trauma de soledad….

La ciencia sin gente, es palabra necia.

Estrategia social: cuando volvimos… ya no estábamos…