Dr. Román Sánchez Zamora
Vidas maquilladas, carreras falsas, del arte a la caricatura de lo político.
Juan no pudo soportar el regaño de su jefe, era el consentido del ministro sin ministerio, cuando el bibliotecario lo vio.
-Tranquilo no pasa nada, ellos se ponen como si fueran unos ciudadanos ejemplares, cuando no lo son, yo conocí a Erik, desde antes que todo esto estuviera, no hay duda que ser zalamero paga, pero depende de ti que tipo de vida quieras-.
-Él me dice que sus discursos son los que le hacen estar cerca del ministro, que él se lo ganó con una disertación cuando era concejal- Juan le dijo en voz baja.
-¿Y nunca te contó sobre el concejal que murió en carretera?-
Juan abrió los ojos con gran sorpresa por esa nueva historia.
-Aquí la mitad es mentira y la otra es un poco de astucia para hacer esas mentiras en verdad, yo sólo vengo por amor a la cultura, pero si ves nunca saludo a nadie y casi nadie me ve y así me gusta-.
-¿Te acuerdas cuando entraron a robar a las oficinas? él pensaba demandar por el robo que le hicieron de los sobornos que el mismo había hecho, esta oficina está ubicada muy cerca del ministerio del tesoro, así pasan por aquí, acuerdan van por su contrato y regresan a depositar, todo en riguroso efectivo… ¿Qué diría? ¿Me robaron los sobornos? todo lo paro el mismo ministro-.
Todo depende de ti muchacho hacia donde quieras caminar, todos se dan golpes de pecho que no son lo mismo, pero llegaron con nuevas formas de hacer lo que llaman negocios y muchos lo hacen de manera muy burda, y mira su camioneta, yo hace años lo conocí dos veces se pasó el camión sin pagar, pero no como el reto de preparatorianos, sino porque no tenía ni para el pasaje.
-Muchacho tu solo sabes qué camino tomar- y se fue este tipo solitario.
-¡¿Dónde andas?! El ministro me espera-
Juan escuchó el mensaje, bloqueo el número, y se dispuso a terminar su carrera, quería llegar a ser ministro, pero sabía que hay muchos caminos, este no le convenció.
El estratega y la dignidad: el buen estratega sabe cuándo restirase, velando por nuevos tiempos.
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