Alberto Jiménez Merino
Cada año ingresan más de 100 mil estudiantes a las instituciones de educación superior de Puebla y solo egresan 54 mil, según la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), citados por Daniela Hernández, en El Sol de Puebla, 2023.
Solo tenemos una oportunidad de preparar a nuestros jóvenes para un destino que nadie puede predecir. ¿Qué estamos haciendo con esa oportunidad?, pregunta Stephen Covey en su libro El líder interior.
Y sin temor a equivocarme, en México estamos haciendo muy poco a este respecto. La ideología ha contaminado la educación. No termina de aprobarse una reforma educativa, cuando ya se está preparando su derogación y la presentación de una nueva. Parece un cuento sin fin.
El problema educativo mexicano pasa por la falta de revisión de contenidos en los que no están las necesidades de las familias ni las de los sectores productivos, hay un exceso de teoría y escasa práctica, no hay formación para la vida y el trabajo. Faltan políticas de educación no formal para quienes no pueden seguir la escuela. La capacitación a emprendedores es muy discrecional en los tres órdenes de gobierno.
He compartido antes, que el sistema educativo nacional tiene tareas pendientes con la sociedad.
Las principales son: la insuficiente educación cívica, alimentaria y nutricional, financiera y ambiental. Y si alguien tiene dudas solo revise los niveles de convivencia, inseguridad, desnutrición, obesidad, pobreza y el deterioro ambiental que a nadie importa.
Más grave aún, es la omisión de los padres y la escuela en la orientación vocacional de nuestros jóvenes que están eligiendo su destino sin ningún conocimiento de sí mismos, entre los 12 y 21 años de edad, según diversos autores. Cierto es que muchos padres que no fueron a la escuela tuvieron limitaciones para orientarnos. Otros, se excedieron pretendiendo o imponiendo lo que debían estudiar y hacer sus hijos, sin saber que, como escribió Jalil Gibrán, en El Profeta, “nuestros hijos no son nuestros, podemos darles la vida, pero no nuestros pensamientos, porque ellos tienen los suyos”.
La deserción escolar ha sido un fenómeno recurrente desde hace décadas. Las primeras razones son de carácter económico, la falta de recursos ha limitado asistir a la escuela. Pero también la falta de una orientación adecuada sobre qué estudiar, la inseguridad prevaleciente o el bulling escolar han tenido efectos determinantes.
En 1975 ingresamos mil 350 estudiantes a la preparatoria de la Escuela Nacional de Agricultura, y continuamos la carrera de ingeniero agrónomo en la Universidad Autónoma Chapingo, creada en 1978. Pero de éstos, sólo egresamos 720 estudiantes. No tuve elementos para explicarlo ya que el 90 por ciento tenían becas. Muchos dijeron que no era lo que esperaban; otros comentaron que sus padres los habían enviado para luego continuar la actividad familiar.
Con los datos anteriores y otros estudios podemos asegurar que el problema de la deserción escolar es muy antiguo. No se ha resuelto y, por el contrario, parece que ha crecido.
Varias son las razones de la deserción escolar. Elegir erróneamente la carrera y decepcionarse de la misma, es la principal justificación de abandono estudiantil en el primer año, de acuerdo con Alfonso Díaz Furlong, director de Admisiones y Seguimiento Académico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), según la misma fuente.
Todos los padres desean lo mejor para sus hijos, pero muchos no saben cómo lograrlo. Hay imposiciones de carreras, seguir una tradición o aprovechar las relaciones existentes, los libros, uniformes, equipos o hasta decidir en función de expectativas económicas entre las diversas profesiones.
El adecuado acompañamiento en la elección de oficio o profesión es algo en lo que frecuentemente fallamos los padres, pero la ausencia de una verdadera orientación vocacional es una tarea pendiente del sistema educativo nacional. No invertir en ayudar a los jóvenes a decidir mejor, ha sido motivo de frustración personal, pérdida de tiempo y recursos, así como motivo de rezago social evidente.
La orientación vocacional que recibimos no pasó de informarnos qué carreras había, dónde se podía estudiar o trabajar al egresar.
Pero la orientación vocacional que se requiere es aquella que ayude a nuestros jóvenes a saber qué les gusta y en qué son buenos, cuáles son las necesidades socioeconómicas, tecnológicas y ambientales, actuales y futuras. Ya elegida una carrera se requiere orientar a los estudiantes sobre la aplicación práctica de cada materia y la atención a problemas de las familias y la comunidad. Evitar materias inútiles que no aportan nada.
Para saber en qué son buenos hay pruebas científicas que sería recomendable apoyar para no decidir un destino a ciegas.
Deepack Chopra en su libro Para ser el mejor, recomienda ayudar a los jóvenes a identificar en qué son buenos, dedicarse a lo que les gusta y no competir contra nadie más que contra uno mismo. Así podrán destacar y ganar dinero. Hay mucha gente haciendo trabajos que no quieren, solo por necesidad.
Con el propósito de mantener una vinculación activa y constante entre la escuela y las comunidades, la presidenta municipal, Lupita Cuautle Torres, presidió la sesión de instalación del Consejo Municipal de Participación Escolar en la Educación. Durante la sesión, la alcaldesa designó a la regidora Raquel Zacatzi Fragoso como consejera presidenta suplente, y destacó que para su administración la educación es una prioridad. Subrayó que este órgano auxiliar se instala en cumplimiento de la normatividad vigente, con el fin de dar seguimiento a las demandas escolares y establecer mejores formas de comunicación, atendiendo de manera inmediata dentro del ámbito de competencia de cada integrante y de la institución que representa. El consejo está conformado por personal directivo de diferentes escuelas, así como por titulares y funcionarios del ayuntamiento. Estas y estos integrantes fungirán como enlaces para gestionar acciones y medidas que mejoren la educación, impactando directamente en los espacios y comunidades escolares. Entre sus funciones estarán: gestionar mejoras en la infraestructura educativa, promover actividades culturales, artísticas y deportivas, así como impulsar apoyos como becas para alumnas y alumnos. Todo ello con el objetivo de favorecer el desarrollo educativo y fortalecer la práctica docente con mayor calidad. El gobierno municipal reitera su compromiso con una participación social permanente que contribuya al desarrollo educativo del municipio.
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Para los gobiernos de cualquier nivel, municipal, estatal o federal la Seguridad Pública es uno de sus temas fundamentales tanto para el accionar y para los discursos políticos y gubernamentales. En cada nivel de gobierno federal, estatal o municipal; sus representantes hablan de nuevas estrategias de seguridad y escuchamos de la adquisición de patrullas, cámaras de seguridad, salarios altos a policías, operativos, la captura de importantes bandas o las luchas frontales contra el crimen organizado, policías de proximidad, aumento en cantidad de elementos y muchas acciones más que son importantes, sin embargo no logran bajar la percepción de inseguridad, lo que se traduce, sin ser especialista en el tema, que se basan en las mismas acciones solo que con diferentes nombres. Veamos algunos números que podrían ser importantes acerca de seguridad pública, de acuerdo a la última encuesta del primer trimestre del 2025 del INEGI referente a Seguridad Pública denominada Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana el 61.9 % de la población de 18 años y más consideró inseguro vivir en su ciudad en México; en esta misma encuesta la percepción de municipios más inseguros Villahermosa, con 90.6; Culiacán Rosales, con 89.7; Fresnillo, con 89.5; Uruapan, con 88.7; Irapuato, con 88.4 y Chimalhuacán, con 86.1 por ciento. Con respecto a Seguridad Pública, en el mes de abril realizamos una encuesta en la empresa INDAGA en varios municipios del Estado de Puebla, donde tuvimos algunos resultados interesantes: Cuando preguntamos ¿Qué tan seguro considera que es el lugar donde vive actualmente?, los resultados fueron: Muy Seguro 6.40 %, Seguro 7.20, Inseguro 56.10 Muy Inseguro 30.30; cuando preguntamos ¿Cree que la inseguridad en el municipio ha mejorado, empeorado o sigue igual en el último año? en esta pregunta los resultados fueron preocupantes Mejorado 9.8 %, Empeorado 30.6%, Sigue Igual 47.7% y No Sabe/No Contestó 11.9 % y otro dato importante de este estudio fue con la pregunta ¿Qué tan preocupado(a) se siente por la posibilidad de ser víctima de un delito? Los resultados fueron: Muy preocupado 14.7, Preocupado 47.6, Despreocupado 11.7, Muy Despreocupado 6.6, No Sabe/No Contestó 19.4 Como podemos ver no hay avance en cuanto a percepción de inseguridad, los números presentan una situación crítica y preocupante Es preocupante que la percepción no baje y se mantenga en los mismos niveles porque significa nos estamos acostumbrando a la inseguridad y vemos la situación como común o que las autoridades de cualquier nivel no han realizado alguna acción de impacto para poder cambiar estos números. Es necesario emprender acciones y estrategias eficientes porque de lo contrario, nuestros hijos pensaran que es normal que la gente mate, robe o se drogue.
13 may., 2025Leer más