Putin se adueña de Heartland

Putin se adueña de Heartland

Fue en 1904 cuando el geógrafo  y director del London School of Economics Halford McKinder  publicó un ensayo llamado The Geografial Pivot of History donde abordaba el concepto geoestratégico del área pivote o corazón eurasiático que correspondía a la zona de Asia Central y Europa Oriental a la cual él denominaría Heartland.

Su formación académica combinada con una visión de estratega lo llevó a analizar  la geopolítica de manera global y no solo local o regional, de manera que se puede afirmar que Halford fue un artífice en la configuración de la política exterior de Inglaterra (y posteriormente USA) desde la primera guerra mundial.

McKinder sostenía que el país que tuviera la capacidad de controlar las vías de comunicación que en aquél entonces radicaba en la construcción de vías férreas y carreteras, así como el dominio de los recursos naturales entiéndase hidrocarburos tendría todos los elementos para convertirse en la potencia hegemónica del mundo.

Pues bien, al parecer este  trascendental axioma geoestratégico parece que ha sido olvidado por la mayoría de los países Europeos muchos de los cuales solían en otros tiempos  batirse a duelo por el control de cada metro cuadrado de terreno. 

Lo anterior viene al caso porque hace unos días se terminó la construcción del gasoducto submarino denominado Nord Stream 2 que corre a través de más de 1200 km. de ducto y que tiene como objetivo llevar el gas del mar Báltico al norte de Alemania y de ahí al resto de Europa.

Cabe mencionar que no es el primer gasoducto Ruso que provee gas a Europa occidental, sin embargo, a diferencia de los otros éste no pasa en territorio de países extranjeros como sí lo hace el Nord Stream 1 y eso es fundamental porque evitan pasar por países como Ucrania y Bielorrusia que en los últimos años se han convertido en auténticos polvorines y donde basta una chispa para hacer dinamitar al país.

De  modo  que con el Nord Stream 2 Rusia asegura que no habrá ningún país que se interponga en el flujo de gas a Europa Occidental.  

¿Y qué significa eso? Pues que Putin tendrá la llave  para abrir o cerrar la compuerta del ducto cuando él lo decida y eso le dará un poder que nunca había tenido Rusia porque la importancia del gas en la actualidad es vital y se ocupa en diferentes industrias como elemento fundamental para la generación de electricidad a precios bajos.

Sin gas Alemania no tendrá electricidad y sin electricidad sus fábricas no podrán operar, o tal vez sí, pero tendrán que comprar energía eléctrica “limpia”  que es variable en precio (por lo general mucho más cara) y que no garantiza el suministro en todo el año.

Ya no digamos los hogares que en época invernal lo utilizan para la calefacción de sus casas, porque hoy en día la quema de leña en chimeneas para calentar un hogar es cosa del pasado.

Pronto veremos que Alemania será la primera en ver las bondades de comprar gas más barato del que actualmente tienen y a partir de esto no tardarán otros países en levantar la mano y hacer fila para conseguirlo también, poniendo parte de su seguridad nacional en manos de Putin.

Contrario a lo que cualquier geostratega hubiera aconsejado, la Unión Europea no solo no actuó a tiempo para detener la construcción del gasoducto sino que pareciera que lo promovieron. 

Solamente los Estados Unidos fueron los únicos en ver la trascendencia de la obra e hicieron todo lo  posible para detenerla, impusieron sanciones económicas a Rusia, desestabilizaron a Ucrania, asediaron a las empresas constructoras, etc., sin embargo, no fue suficiente. 

Decía McKinder que “quien gobierne en Europa del Este dominará el Heartland; quien gobierne el Heartland dominará la Isla Mundial; quien gobierne la Isla Mundial controlará el mundo” y  Vlamidir Putin lo está consiguiendo.