Sin agua y sin respuesta: la crisis hídrica golpea a las ciudades

Domingo 20 de Abril de 2025

Mientras miles de familias en zonas urbanas enfrentan cortes diarios de agua, comunidades enteras comienzan a organizarse para encontrar soluciones ante un problema que parece no tener fin: la escasez de agua potable.

En barrios como San Juan del Río, en las afueras de una gran metrópoli latinoamericana, abrir la llave y que no salga ni una gota se ha vuelto rutina. “Nos llega agua solo dos veces por semana, y con eso tenemos que lavar, cocinar y sobrevivir”, cuenta Ana María López, madre de tres hijos y habitante de la colonia El Milagro.

El problema, según especialistas, se debe a una combinación de factores: crecimiento urbano desordenado, falta de mantenimiento en la infraestructura hídrica, sobreexplotación de mantos acuíferos y una prolongada sequía que ha disminuido el nivel de presas y ríos. “Las ciudades crecieron más rápido que sus sistemas de agua. Hoy enfrentamos una crisis silenciosa que amenaza con volverse permanente”, explica el ingeniero ambiental Raúl Méndez.

Sin embargo, ante la falta de soluciones gubernamentales eficaces, los propios vecinos han comenzado a tomar cartas en el asunto. En El Milagro, por ejemplo, se creó un sistema comunitario de recolección de agua pluvial con tinacos compartidos y filtros caseros, promovido por un grupo de mujeres organizadas.

“Con lo que captamos de la lluvia podemos cubrir parte del consumo básico. No es suficiente, pero es mejor que nada”, afirma Norma Pérez, promotora del proyecto.

La crisis del agua en zonas urbanas no es un problema del futuro: es una realidad del presente. Y aunque las soluciones estructurales deben venir de las autoridades, las experiencias comunitarias demuestran que la participación ciudadana puede ser parte fundamental para enfrentar el desabasto. Porque cuando falta el agua, sobran las razones para actuar.