Gerardo Galicia
Ya está lista la terna para presidir la Auditoría Superior del Estado y el Congreso de Puebla tendrá que ver con lupa los antecedentes, el trabajo, preparación o alguna situación que ponga en entredicho la designación, de no ser así todo indicará que no hay autonomía en los poderes y que solo será una simulación para que se haga efectiva la designación en conjunto con un conflicto de interés, porque aún es parte de la Secretaría de la Función Publica en el Estado de Puebla, de la señora Amanda Gómez Nava de quien no tengo el gusto de conocerla, pero las referencias no son muy buenas porque primeramente no es oriunda de Puebla; pero lo más grave es su firma en documentos oficiales como contadora desde el inicio de su designación como funcionaria estatal, cuando de acuerdo al registro nacional de profesiones su cédula es del año pasado entonces ¿lo firmado con anterioridad no es válido? ¿Los procesos que validó ? Recordemos también que la convocatoria pone como requisito título como antigüedad de mínimo cinco años al día de la elección, pareciera que no se percataron los diputados de esto pues ya pasó dos filtros, todo indica que es la elegida, aunque si demuestra su experiencia, capacidad y preparación en auditoria, fiscalización o rendición de cuentas adelante.
Otro de los aspirantes es Álvaro Sanchez Jiménez un contador joven egresado de la Ibero, quien afortunadamente ya cuenta con experiencia en temas de tesorería y controles internos, pero no suficientes para la Auditoría Superior del Estado y que podría ser el plan b de los diputados en caso de algún problema con la contadora Amanda.
El último en la terna es el contador Salvador Sanchez Ruanova, quien pareciera ser el menos influyente, aunque su paso como catedrático de la facultad de contaduría pública de la BUAP podría decir que trae el apoyo de la máxima casa de estudios en el Estado. Trae únicamente antecedentes académicos, el único con doctorado, con artículos importantes en materia de fiscalización y rendición de cuentas y un buen historial como auditor externo.
La moneda está en el aire para la designación de la Auditoría Superior del Estado, la objetividad tiene que imperar con los diputados no sea que suceda lo mismo con el tiempo y el nuevo auditor salga como el último de nombre Francisco Romero, quien ya duerme tras las rejas, quien sabe porqué.