Arturo Romero Garrido
Ellon Musk ha confirmado lo que la prensa internacional había vaticinado desde hace más de un año, el cambio de sede de California a Texas de las oficinas centrales de Tesla que es la armadora de autos eléctricos más importante del mundo.
La noticia que se hizo pública la semana pasada pone de manifiesto parte de los problemas estructurales que están atravesando diferentes ciudades en Estados Unidos como San Francisco o New York que tradicionalmente han sido polos de atracción para la inversión privada pero que en los últimos años han perdido un poco de ese impulso.
Y es que el caso de Tesla es tan solo uno de muchos, por ejemplo, en el mes de diciembre del año pasado (2020) la empresa Hewlett Packard (HP) anunciaba el traslado de sus oficinas de Silicon Valley a Houston, en este sentido el director comercial de la marca argumentaba que “mudarse a un área de menor costo de vida puede mitigar los salarios, podría haber una diferencia de un 20% en los salarios iniciales”.
Por otro lado, Palantir Technologies (PT) compañía dedicada al desarrollo de software y conocida por su colaboración con diferentes agencias de espionaje es otra de las empresas que han optado por un cambio de ubicación de sus oficinas centrales, dejando Palo Alto y eligiendo a Denver como su sede.
Peter Thiel uno de los fundadores de PT ya había comentado desde el 2013 sobre el problema al que se enfrentaban las personas que buscaban empleo en centros como Silicon Valley y que no eran residentes cuando mencionó que: “La forma en que los costos de alquiler y vivienda se han disparado en varias ciudades donde la gente va a iniciar empresas es un problema tremendo”.
No es para menos, de acuerdo a estudios hechos por la Coalición de Nacional de Vivienda una persona necesita ganar en promedio $22.60 dólares la hora para poder pagar la renta de un departamento, claro que eso aplica en la mayoría de la ciudades pero San Francisco está en otro nivel y cerca de Silicon Valley las rentas de departamentos llegan a alcanzar los $4000 dólares por mes, de esta manera un trabajador debería de ganar $60 dólares la hora para poder disponer del 30% de su salario en renta. ¡Una locura!
La disputa por atraer inversión privada entre los diferentes países y por consiguiente entre los estados continuará y las grandes empresas optarán por aquellos que tengan la capacidad de generar políticas favorables para la realización de negocios, de manera fundamental estará el hecho de que puedan controlar el mercado de bienes raíces, que consigan garantizar seguridad pública y que ofrezcan un régimen fiscal accesible.
Si los dirigentes norteamericanos reaccionan a tiempo estarán en posibilidades de detener el declive paulatino de Silicon Valley que es actualmente el epicentro de la industria tecnológica de aquél país y evitar así una debacle al estilo Detroit.
Lo que un día fue, no será…¿lo lograrán?