Arturo Romero Garrido
Con la llegada finalmente de la izquierda al poder en México uno de los asuntos que fueron por años bandera de lucha y discusión ideológica abierta por parte de los diversos grupos progresistas, el de las concesiones mineras, tomó preponderancia como eje fundamental de la agenda nacional.
Ya en la campaña del año 2018 el entonces candidato a la presidencia de la república Andrés Manuel López Obrador había anticipado de manera recurrente en la mayoría de sus discursos notoriamente nacionalistas que diferentes sectores altamente estratégicos de la economía deberían de estar en manos de empresarios nacionales, o mejor aún, en poder del Estado mexicano para poder garantizar así la soberanía del país.
En este sentido el tema de las concesiones mineras evidentemente formaba parte fundamental de este sector de la economía que tenía que ser revisado a toda costa…y así fue hecho.
Como todos sabemos, desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari hasta el último encabezado por Enrique Peña Nieto, el gobierno mexicano había autorizado la sorprendente cantidad de 65 mil concesiones mineras, lo que representa un promedio de 180 concesiones por mes.
¡La cantidad es exorbitante! Y más si tomamos en cuenta que no estamos hablando de la asignación o el permiso para el aprovechamiento un bien menor de poco valor, por el contrario, son acuerdos a largo plazo para la explotación de miles de hectáreas en territorio nacional.
De acuerdo a datos oficiales vertidos por el Gobierno mexicano, en los últimos 30 años el número de concesiones vigentes ha llegado a abarcar una superficie de 21 millones de hectáreas.
Para darnos una idea de la dimensión de lo que estamos hablando basta decir que el tamaño del estado de Puebla es de 3.5 millones de hectáreas lo que representa una superficie de tierra mucho menor a la que poseen las grandes compañías mineras que se encuentran en el país.
Lo anterior me lleva a recordar invariablemente la época anterior a la Revolución Mexicana donde los grandes latifundistas poseían haciendas del tamaño de estados enteros.
Uno de los casos más emblemáticos que ejemplifican lo expuesto en el párrafo anterior es el del hacendado mexicano Luis Terrazas quien cínicamente llegó a afirmar que: “yo no soy de Chihuahua, Chihuahua es mía”. Y es que de acuerdo a las crónicas de aquellos tiempos el poderoso hacendado llegó a apropiarse de más de 2 millones de hectáreas en su momento de mayor esplendor.
*Claro que este tipo de excesos fuera de toda lógica no se dan únicamente en países como México. En nuestro vecino país del norte también se han estado dando este tipo de acciones, es decir, el acaparamiento de tierras –para diferente tipo de usos- en unas cuantas manos.
Tal es el caso del fundador de Microsoft Bill Gates reconocido por ser uno de los hombres más ricos del mundo y quien últimamente se ha dado a la tarea de llevar a cabo una amplia diversificación de sus negocios entre los que destacan grandes inversiones en empresas farmacéuticas y de agricultura, convirtiéndose hace poco en el mayor terrateniente de Estados Unidos, es decir, en el Luis Terrazas norteamericano del siglo XXI.*
Volviendo al tema nacional, el congelamiento momentáneo de las concesiones mineras por parte del presidente ha sido una decisión acertada, sobre todo, cuando las regalías que las empresas mineras entregan al Estado mexicano son insignificantes en comparación a las jugosas utilidades que se llevan.
Sin duda era un exceso que debía de detenerse…pero no bastaba con eso.
A partir de los resultados dados a conocer por la empresa Bacanora Lithium en el año 2018 los yacimientos de oro, plata y sobre todo litio en estados como el de Sonora ha incrementado el interés de las grandes Compañías mineras para hacerse de nuevas concesiones en la región.
Por eso ha sido de vital importancia el trabajo desarrollado en la cámara alta primero concientizando y después legislando una reforma a la Ley Minera para garantizar el dominio pleno y exclusivo del litio (nuevo oro blanco) y demás materiales considerados como estratégicos en manos del Estado mexicano.
A continuación, transcribo fielmente el Artículo 1 de la nueva Ley Minera:
Artículo 1. La presente Ley es reglamentaria del artículo 27 constitucional en materia minera y sus disposiciones son de orden público y de observancia en todo el territorio nacional. Su aplicación corresponde al Ejecutivo Federal por conducto de la Secretaría de Economía, a quien en lo sucesivo se le denominará la Secretaría, salvo lo relativo a la exploración, la explotación, beneficio y el aprovechamiento del litio, que quedará a cargo del organismo público descentralizado a que se refiere el artículo 10 de esta Ley
Para conseguir esta modificación constitucional, el partido gobernante decidió emplear hábilmente un discurso nacionalista como sustento ideológico para llevar a cabo la iniciativa presidencial y que bien se podría resumir de la siguiente manera: el litio, mineral cuyo valor de mercado sigue subiendo año con año, debería de utilizarse para el beneficio del desarrollo nacional y no de unas cuantas empresas foráneas.
El mensaje lució perfecto; corto, entendible, nacionalista y creíble.
No como el Plan B de la reforma electoral –poco nítido, más bien confuso y ausente de patriotismo- que ha demostrado tener una resistencia mucho mayor por parte de la oposición y que no ha podido permear en la ciudadanía en general…pero esa ya es otra historia.
Para los gobiernos de cualquier nivel, municipal, estatal o federal la Seguridad Pública es uno de sus temas fundamentales tanto para el accionar y para los discursos políticos y gubernamentales. En cada nivel de gobierno federal, estatal o municipal; sus representantes hablan de nuevas estrategias de seguridad y escuchamos de la adquisición de patrullas, cámaras de seguridad, salarios altos a policías, operativos, la captura de importantes bandas o las luchas frontales contra el crimen organizado, policías de proximidad, aumento en cantidad de elementos y muchas acciones más que son importantes, sin embargo no logran bajar la percepción de inseguridad, lo que se traduce, sin ser especialista en el tema, que se basan en las mismas acciones solo que con diferentes nombres. Veamos algunos números que podrían ser importantes acerca de seguridad pública, de acuerdo a la última encuesta del primer trimestre del 2025 del INEGI referente a Seguridad Pública denominada Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana el 61.9 % de la población de 18 años y más consideró inseguro vivir en su ciudad en México; en esta misma encuesta la percepción de municipios más inseguros Villahermosa, con 90.6; Culiacán Rosales, con 89.7; Fresnillo, con 89.5; Uruapan, con 88.7; Irapuato, con 88.4 y Chimalhuacán, con 86.1 por ciento. Con respecto a Seguridad Pública, en el mes de abril realizamos una encuesta en la empresa INDAGA en varios municipios del Estado de Puebla, donde tuvimos algunos resultados interesantes: Cuando preguntamos ¿Qué tan seguro considera que es el lugar donde vive actualmente?, los resultados fueron: Muy Seguro 6.40 %, Seguro 7.20, Inseguro 56.10 Muy Inseguro 30.30; cuando preguntamos ¿Cree que la inseguridad en el municipio ha mejorado, empeorado o sigue igual en el último año? en esta pregunta los resultados fueron preocupantes Mejorado 9.8 %, Empeorado 30.6%, Sigue Igual 47.7% y No Sabe/No Contestó 11.9 % y otro dato importante de este estudio fue con la pregunta ¿Qué tan preocupado(a) se siente por la posibilidad de ser víctima de un delito? Los resultados fueron: Muy preocupado 14.7, Preocupado 47.6, Despreocupado 11.7, Muy Despreocupado 6.6, No Sabe/No Contestó 19.4 Como podemos ver no hay avance en cuanto a percepción de inseguridad, los números presentan una situación crítica y preocupante Es preocupante que la percepción no baje y se mantenga en los mismos niveles porque significa nos estamos acostumbrando a la inseguridad y vemos la situación como común o que las autoridades de cualquier nivel no han realizado alguna acción de impacto para poder cambiar estos números. Es necesario emprender acciones y estrategias eficientes porque de lo contrario, nuestros hijos pensaran que es normal que la gente mate, robe o se drogue.
13 may., 2025Leer más
Indagando Ando
18 jun., 2025Leer más
Nueva columna de opinión sobre transparencia, por José Trinidad
31 may., 2025Leer más
Columna de opinión
19 may., 2025Leer más
Nueva columna en Indagando Ando, por Gerardo Galicia Vélez
26 may., 2025Leer más
Con el propósito de mantener una vinculación activa y constante entre la escuela y las comunidades, la presidenta municipal, Lupita Cuautle Torres, presidió la sesión de instalación del Consejo Municipal de Participación Escolar en la Educación. Durante la sesión, la alcaldesa designó a la regidora Raquel Zacatzi Fragoso como consejera presidenta suplente, y destacó que para su administración la educación es una prioridad. Subrayó que este órgano auxiliar se instala en cumplimiento de la normatividad vigente, con el fin de dar seguimiento a las demandas escolares y establecer mejores formas de comunicación, atendiendo de manera inmediata dentro del ámbito de competencia de cada integrante y de la institución que representa. El consejo está conformado por personal directivo de diferentes escuelas, así como por titulares y funcionarios del ayuntamiento. Estas y estos integrantes fungirán como enlaces para gestionar acciones y medidas que mejoren la educación, impactando directamente en los espacios y comunidades escolares. Entre sus funciones estarán: gestionar mejoras en la infraestructura educativa, promover actividades culturales, artísticas y deportivas, así como impulsar apoyos como becas para alumnas y alumnos. Todo ello con el objetivo de favorecer el desarrollo educativo y fortalecer la práctica docente con mayor calidad. El gobierno municipal reitera su compromiso con una participación social permanente que contribuya al desarrollo educativo del municipio.
30 abr., 2025Leer más