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Libertad y Verdad

Arturo Romero Garrido

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Libertad y Verdad
06 sep., 2023
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Libertad y Verdad.

Durante el sexenio de Felipe Calderón el clima de seguridad en el país se trastornó de una manera alarmante.
Hay quien opina que la declaratoria de guerra en contra del narcotráfico no se debió a un tema exclusivamente de seguridad nacional, sino que tenía un trasfondo político.
El triunfo electoral que Felipe Calderón había logrado al imponerse a Andrés Manuel López Obrador con un margen ínfimo de menos de 1% le otorgaba legalmente la presidencia de la república, mas no la legitimidad que necesitaba.
Por si fuera poco, la toma del zócalo de la ciudad de México por los brigadistas del PRD -los cuales se plantaron por meses- y la hiperactividad política del candidato derrotado que se paseaba en diferentes regiones del país comenzaron a provocar una crisis de credibilidad en el nuevo gobierno.
La reclama de ¡voto por voto, casilla por casilla! se convirtió en toda una pesadilla para el grupo gobernante y en uno de los slogans más publicitados de la izquierda.
Ante tal situación se necesitaba dar un golpe en la mesa y sacudirse el lastre de la campaña electoral, entonces desde el war room surgió la idea de declarar abiertamente la lucha contra el narcotráfico.
Sea cierto o no lo descrito anteriormente, lo que es un hecho es que de eso ya ha pasado más de 15 años.
Y ¿qué ha pasado desde entonces? pues que simple y sencillamente los que llegaron después nada han podido hacer.
Recuerdo perfectamente que el entonces senador de la república Manuel Bartlett catalogó la situación del país como de “Estado Fallido” dado el número de asesinatos y desaparecidos que se registraban en todos los estados.
En ese entonces la mayoría de analistas políticos se cansaron de escribir artículos criticando la estrategia de seguridad, señalando desde sus puntos de vista todos los errores, carencias y omisiones del Estado.
Retomo lo anterior porque considero que todos coincidimos en este momento en que el estado de gobernabilidad del país continúa desquebrajándose.
Lo sucedido en Lagos de Moreno en el estado de Jalisco donde desaparecieron 5 jóvenes es tan sólo una muestra más de la funesta crisis en que nos encontramos, resultado de la descomposición del tejido social de la sociedad.
Y mientras el gobierno del estado de Jalisco y el gobierno federal se dedican a administrar la crisis, los mexicanos observamos atónitos nuestra propia destrucción.
No por nada el poeta Javier Sicilia ha advertido en numerables ocasiones que, si las Fuerzas Armadas no transforman sus filas, es decir no inician con una limpia de sus miembros, entonces en las próximas elecciones federales los mexicanos votaremos no por un proyecto político-social sino por la impostura de una u otra mafia criminal…ufff.  
Y es que, si algo le debemos aprender y aplaudir a Javier Sicilia es precisamente su valor para alzar la voz y exigir justicia a las autoridades, se trate de quien se trate. 
Además de que lo hace sin miedo a nada sabedor de que el hombre que no tiene el valor de ejercer su libertad se convierte entonces en esclavo de sí mismo y no existe en este mundo peor castigo.
Gracias a la voz de personajes como Javier Sicilia -entre otros tantos hombre y mujeres valientes que buscan incansablemente la justicia- es que hacemos conciencia sobre la importancia de defender nuestro derecho natural a la libertad y la verdad.
Mal haríamos en pasar por alto estos hechos y no hacer una reflexión al respecto.
En este aspecto recuerdo que en alguna ocasión el escritor poblano Miguel Ángel Palou mencionó -haciendo referencia a la tensa situación política en que se encontraba el estado de Puebla- que: “La gran venganza de la ciudad es que será la ciudad de los desastres”.
Por su puesto que tenía razón, solo que se quedó corto en su alcance porque en realidad la venganza no será solo para los poblanos, sino que se tratará de una venganza generalizada por el país de los desastres.
¿Es posible impedir que México se convierta en el país de los desastres o estado fallido? 
Supongo que nadie lo sabe a ciencia cierta, lo que sí sabemos es que el futuro del país dependerá de lo que hagamos todos nosotros como sociedad activa en busca de la libertad y la verdad, tarea permanente en toda sociedad.
No por nada el intelectual Torres Bodet dejó para nosotros una frase memorable de este binomio inseparable cuando dijo que: “Libertad y verdad son nuestros propósitos. Libertad para proseguir en la busca incesante de la verdad. Y verdad en la afirmación de las responsabilidades sociales, morales e intelectuales que impone la libertad”.
¡Sigamos pues en pie de lucha! Porque las administraciones van y vienen y está en nosotros perdurar como nación.
Por lo pronto, continuemos haciendo conciencia.
“Como una gota que después de mucho tiempo rompe la peña, así que el que persevera romperá con el tiempo cualquier obstáculo”. Oscar Benitez.


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