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Siguiente etapa; lograr la Unidad.

Arturo Romero Garrido

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Siguiente etapa; lograr la Unidad.
14 nov., 2023
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Siguiente etapa; lograr la Unidad.

Finalmente, el partido oficial ha dado a conocer a los perfiles que serán los encargados de coordinar los esfuerzos de la 4T en las nueve entidades en las que estará en juego la gubernatura el próximo año.
Al respecto, el periodista Jorge Zepeda mencionaba recientemente en uno de sus artículos la importancia de dicho evento pues a su consideración marca en definitiva el inicio "informal" de una nueva estructura que gobernará al país -en caso de que resulten ganadores en la próxima elección- durante los próximos 6 años.
Se tratará pues de una nueva generación de gobernantes que tendrán en Claudia Sheimbaum como única líder política, dejando en el pasado la imagen del fundador del partido Morena Andrés Manuel López Obrador.
Pero no nos adelantemos tanto...regresemos al tema central.
Hay que decir que este proceso de selección de coordinadores estatales ha tenido en lo general pocas sorpresas puesto que los resultados de las encuestas oficiales -encuesta Madre- junto a las denominadas espejo resultaron ser muy parecidas a las que diferentes empresas locales venían señalando a lo largo del año. 
En el caso específico del estado de Puebla, el experto en estudios demoscópicos Gerry Galicia había dado a conocer constantemente sus evaluaciones a partir de trabajos realizados en campo a lo largo de los diferentes municipios de la entidad, mostrando siempre una ventaja por parte del senador Alejandro Armenta sobre los demás aspirantes.
 A su vez, los números -siempre fríos y alejados de toda parcialidad- siempre mostraron que la expresidenta municipal de Puebla Claudia Rivera Vivanco era la mujer mejor posicionada en la entidad, muy por encima de las demás contendientes.
Lo único que estaba fuera de toda medición por parte de los expertos fue el tema de género.
Ahí no había mucho que hacer.
Esa sí que fue una interrogante que puso nerviosos a todos.
Entre otras cosas esta interrogante -incrementada en su valor por la decisión de paridad de género tomada por el INE- nos llevó a la mayoría a jugar con todo tipo de escenarios y acomodos posibles .
Pero la hora CERO llegó y disipó todas las dudas.
Y no cabe duda de que los resultados de las encuestas constituyeron un instrumento de peso sumamente importante para la elección de los nueve coordinadores estatales.
Quizás podemos decir que lo único que estuvo por encima del valor de las encuestas como factor de determinación real fueron dos elementos; el interés por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador o de la candidata presidencial Claudia Sheimabum por vetar o promover a un personaje en particular.
Tal fue el caso de la ciudad de México. 
Sin duda alguna Omar García Harfuch era el perfil más competitivo, superando por un margen amplio a Clara Brugada -más de 10 puntos- en diferentes mediciones y, sin embargo, no fue suficiente para convencer a las bases duras y cerradas del partido de permitirle el paso libre.
Estas bases que se han implantado en la ciudad de México desde 1997 con el arribo del PRD a la capital mostraron su descontento por la candidatura de Omar García e hicieron eco en Palacio Nacional quien por su cuenta tenía razones de peso -ideológicas e históricas- para no avalar tal aspiración.
Al final, Andrés Manuel López Obrador hizo caso omiso de los resultados de la encuesta y determinó que Clara Brugada, compañera de lucha de muchos años al lado del presidente, fuera la elegida. 
Con lo que quedó en claro que, en la designación del coordinador de la 4T para la ciudad de México, la más importante del país, la palabra del presidente era lo único que importaba.
Imposible pensar que algún aspirante que no tuviera la bendición del presidente pudiera competir por el segundo puesto de elección más importante del país.
Por otro lado, aunque finalmente ha concluido el proceso de selección de los coordinadores de la defensa del voto de la 4T en las 9 entidades, resulta inevitable iniciar otro proceso político -ahora mucho más complejo- al interior de los estados y es la denominada "operación cicatriz".
En el caso particular de Puebla, una de las entidades con mayor peso electoral del país, este proceso deberá de realizarse con inteligencia y delicadeza, aunque por sus condiciones particulares este proceso luce sumamente complicado.
Y más cuando el equipo del competidor más fuerte sentía suya la nominación.
No tendrán otra más que aceptar los resultados y negociar -pienso yo- la cereza del pastel; la Presidencia Municipal para uno de los suyos y de ahí seguir construyendo una estructura que les permita jugar la gubernatura en 6 años.
Finalmente, habrá que esperar a ver a los perfiles que el Frente Opositor designe en las 9 entidades para enfrentar a los coordinadores de Morena. A partir de ese momento comenzaremos a dilucidar los posibles escenarios electorales, una vez más, a través de las encuestas serias.


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