Mtro. José Antonio López
Una de tantas lecciones que nos ha dejado la pandemia de COVID es que la transformación digital ofrece grandes beneficios en todos los sectores de la sociedad, incluyendo los gobiernos.
La transformación digital provoca cambios rápidos y muy profundos en la manera de hacer negocios, en la interacción de los ciudadanos, en la forma en que acceden a servicios y hasta en la manera de gobernar, incluso es capaz de incentivar el crecimiento económico.
En el sector privado, la digitalización trae como resultado una mayor competitividad, puesto que la innovación y una mayor productividad tanto en los capitales como la mano de obra son premisas fundamentales.
En la administración pública el impacto es similar al de las empresas, la transformación digital tiene el potencial de hacer gobiernos efectivos, eficientes, inclusivos, transparentes, menos burocráticos y más confiables.
Sin embargo, la transformación digital no debe ser entendida como el proceso de digitalizar los trámites tal cual se ofrecen a los ciudadanos de manera presencial, sino de llevar a cabo una simplificación administrativa, que reduzca las solicitudes de documentos, las interacciones dependencias-ciudadanos y el deseo por caer en actos de corrupción, es decir, la digitalización conlleva una mejora regulatoria y sobre todo pensar en trámites centrados en los ciudadanos.
Además, requiere de funcionarios públicos con liderazgo y visión a largo plazo que permita la implementación de procesos más allá de las gestiones y personal calificado.
Todos estos cambios estructurales deben ser pensados para ofrecer el acceso a servicios públicos de calidad. Desarrollar la digitalización, es una necesidad crítica y urgente, que gracias a la pandemia aceleró los procesos, por lo que debe ser una prioridad en la agenda pública de los gobiernos.
De esto y muchos temas relacionados escribiré en las semanas siguientes en esta columna llamada: Laberinto
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Para los gobiernos de cualquier nivel, municipal, estatal o federal la Seguridad Pública es uno de sus temas fundamentales tanto para el accionar y para los discursos políticos y gubernamentales. En cada nivel de gobierno federal, estatal o municipal; sus representantes hablan de nuevas estrategias de seguridad y escuchamos de la adquisición de patrullas, cámaras de seguridad, salarios altos a policías, operativos, la captura de importantes bandas o las luchas frontales contra el crimen organizado, policías de proximidad, aumento en cantidad de elementos y muchas acciones más que son importantes, sin embargo no logran bajar la percepción de inseguridad, lo que se traduce, sin ser especialista en el tema, que se basan en las mismas acciones solo que con diferentes nombres. Veamos algunos números que podrían ser importantes acerca de seguridad pública, de acuerdo a la última encuesta del primer trimestre del 2025 del INEGI referente a Seguridad Pública denominada Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana el 61.9 % de la población de 18 años y más consideró inseguro vivir en su ciudad en México; en esta misma encuesta la percepción de municipios más inseguros Villahermosa, con 90.6; Culiacán Rosales, con 89.7; Fresnillo, con 89.5; Uruapan, con 88.7; Irapuato, con 88.4 y Chimalhuacán, con 86.1 por ciento. Con respecto a Seguridad Pública, en el mes de abril realizamos una encuesta en la empresa INDAGA en varios municipios del Estado de Puebla, donde tuvimos algunos resultados interesantes: Cuando preguntamos ¿Qué tan seguro considera que es el lugar donde vive actualmente?, los resultados fueron: Muy Seguro 6.40 %, Seguro 7.20, Inseguro 56.10 Muy Inseguro 30.30; cuando preguntamos ¿Cree que la inseguridad en el municipio ha mejorado, empeorado o sigue igual en el último año? en esta pregunta los resultados fueron preocupantes Mejorado 9.8 %, Empeorado 30.6%, Sigue Igual 47.7% y No Sabe/No Contestó 11.9 % y otro dato importante de este estudio fue con la pregunta ¿Qué tan preocupado(a) se siente por la posibilidad de ser víctima de un delito? Los resultados fueron: Muy preocupado 14.7, Preocupado 47.6, Despreocupado 11.7, Muy Despreocupado 6.6, No Sabe/No Contestó 19.4 Como podemos ver no hay avance en cuanto a percepción de inseguridad, los números presentan una situación crítica y preocupante Es preocupante que la percepción no baje y se mantenga en los mismos niveles porque significa nos estamos acostumbrando a la inseguridad y vemos la situación como común o que las autoridades de cualquier nivel no han realizado alguna acción de impacto para poder cambiar estos números. Es necesario emprender acciones y estrategias eficientes porque de lo contrario, nuestros hijos pensaran que es normal que la gente mate, robe o se drogue.
13 may., 2025Leer más